sábado, 3 de noviembre de 2012
El cuerpo algo sagrado.
Si no consideramos al cuerpo como algo sagrado, cualquier recurso que busquemos para su cura (ejercicios, alimentación, reposo o tratamientos) podrá ser paliativo. Sin embargo, cuando le hacemos tomar consciencia de que es un instrumento del ser interior, él mismo nos indica con claridad lo que necesita. Entonces, podemos despreocuparnos de su funcionamiento y sólo estar atentos a nuestros hábitos, porque el cuerpo sabe mantenerse en armonía si no lo desequilibramos.
Están los que intentan controlar su peso o modificar el funcionamiento del cuerpo. Pero eso no es necesario, pues el cuerpo sabe lo que tiene que manifestar según sus capacidades. Cualquier imposición, sea concreta, sea mental, puede desorganizar sus funciones y desvirtuar la finalidad para la cual fue creado.
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