jueves, 27 de septiembre de 2012


La amistad no se conquista,

no se impone; se cultiva 
como una flor, se abona con
pequeños detalles de cortesía,
de ternura y lealtad; se riega
con las aguas vivas de 
desintereses y de cariño 
silencioso.
No importan las distancias,
los niveles sociales, los años
o las culturas; la amistad 
todo lo borra.
La felicidad del amigo nos
da felicidad: sus penas se
vuelven nuestras porque
hay una maravilloso lazo 
invisible que une a los amigos.
La amistad es bella sobre toda
ponderación, porque:
"Para el que tiene un amigo, no 
existe soledad."
TE QUIERO MUCHO
Besos mil ...


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